Nuestro municipio tiene una gran cantidad de riquezas naturales entre ellas esta "la mariposa monarca" que empiezan a llegar a principios del mes de noviembre, procedente de Canadá, lugar donde el invierno es mas cruel. Es recomendable conservar este precioso lugar, protegiendo a esta especie, al no permitir la tala inmoderada de los arboles, no perturbarlas. para volverlas a ver el próximo año.
Preparan llegada de mariposa monarca en Atlautla
Publicado por
Alfredo Ibáñez
el 20 agosto 2013
ALFREDO IBÁÑEZ
TLAUTLA, Méx.- En noviembre próximo más de 3 millones de mariposas monarca arriban a este municipio, por lo que es preciso extremar precauciones ya que miles de ellas son muertas por los turistas, señaló el alcalde Raúl Navarro Rivera.
En los meses de noviembre y diciembre, es cuando llegan por lo que se creará un programa de prevención para protegerla y que estén libres en su ecosistema, en los cinco meses de su estadía manifestó
Dentro de tales medidas destaca protegerlas de los turistas pues suelen causar destrozos. Dijo que de no tomar las medidas necesarias se atenta contra la seguridad de las mariposas y además podrían dejar de asentarse en la zona, con lo que se perderían ingresos provenientes del turismo.
Aclaró que cada año llega un promedio de 3 millones de monarcas al paraje conocido como la “Joya”, al suroriente de la cabecera municipal, de ahí que se preparan para su arribo.
Manifestó que habrá un grupo de personas de la sociedad civil y del ayuntamiento, para que guíen al turismo y no pise a la monarca, ya que cada año, al menos sin querer matan al menos un 3 por ciento de la mariposa.
En los meses de noviembre y diciembre, es cuando llegan por lo que se creará un programa de prevención para protegerla y que estén libres en su ecosistema, en los cinco meses de su estadía manifestó
Dentro de tales medidas destaca protegerlas de los turistas pues suelen causar destrozos. Dijo que de no tomar las medidas necesarias se atenta contra la seguridad de las mariposas y además podrían dejar de asentarse en la zona, con lo que se perderían ingresos provenientes del turismo.
Aclaró que cada año llega un promedio de 3 millones de monarcas al paraje conocido como la “Joya”, al suroriente de la cabecera municipal, de ahí que se preparan para su arribo.
Manifestó que habrá un grupo de personas de la sociedad civil y del ayuntamiento, para que guíen al turismo y no pise a la monarca, ya que cada año, al menos sin querer matan al menos un 3 por ciento de la mariposa.
Otro de los atractivos de nuestra comunidad es el volcán Popocátepetl.
Un grupo de compañeros de la Escuela junto con sus familias escalamos el "Popo" con la presencia de un guía de la comunidad, también recibimos un amplia explicación sobre la llegada de la "mariposa monarca".
La Leyenda de Popocatépetl e Iztaccíhuatl
La vista que engalana a la ciudad más grande del mundo: la Ciudad de México, está realzada por la majestuosidad de dos de los volcanes más altos del hemisferio, se trata del Popocatépetl y del Iztaccíhuatl.
La presencia milenaria de estos enormes volcanes ha sido de gran importancia en las diferentes sociedades que los han admirado y venerado, siendo fuente de inspiración de múltiples leyendas sobre su origen y creación. Entre ellas las más conocidas son dos que a continuación relataremos.
Hace ya miles de años, cuando el Imperio Azteca estaba en su esplendor y dominaba el Valle de México, como práctica común sometían a los pueblos vecinos, requiriéndoles un tributo obligatorio. Fue entonces cuando el cacique de los Tlaxcaltecas, acérrimos enemigos de los Aztecas, cansado de esta terrible opresión, decidió luchar por la libertad de su pueblo.
El cacique tenía una hija, llamada Iztaccíhuatl, era la princesa más bella y depositó su amor en el joven Popocatépetl, uno de los más apuestos guerreros de su pueblo.
Ambos se profesaban un inmenso amor, por lo que antes de partir a la guerra, Popocatépetl pidió al cacique la mano de la princesa Iztaccíhuatl. El padre accedió gustoso y prometió recibirlo con una gran celebración para darle la mano de su hija si regresaba victorioso de la batalla.
El valiente guerrero aceptó, se preparó para partir y guardó en su corazón la promesa de que la princesa lo esperaría para consumar su amor.
Al poco tiempo, un rival de amores de Popocatépetl, celoso del amor de ambos se profesaban, le dijo a la princesa Iztaccíhuatl que su amado había muerto durante el combate.
Abatida por la tristeza y sin saber que todo era mentira, la princesa murió.
Tiempo después, Popocatépetl regresó victorioso a su pueblo, con la esperanza de ver a su amada. A su llegada, recibió la terrible noticia sobre el fallecimiento de la princesa Iztaccíhuatl.
Entristecido con la noticia, vagó por las calles durante varios días y noches, hasta que decidió hacer algo para honrar su amor y que el recuerdo de la princesa permaneciera en la memoria de los pueblos.
Mandó construir una gran tumba ante el Sol, amontonando 10 cerros para formar una enorme montaña.
Tomó entre sus brazos el cuerpo de su princesa, lo llevó a la cima y lo recostó inerte sobre la gran montaña. El joven guerrero le dio un beso póstumo, tomó una antorcha humeante y se arrodilló frente a su amada, para velar así, su sueño eterno.
Desde aquel entonces permanecen juntos, uno frente a otro. Con el tiempo la nieve cubrió sus cuerpos, convirtiéndose en dos enormes volcanes que seguirán así hasta el final del mundo.
La leyenda añade, que cuando el guerrero Popocatépetl se acuerda de su amada, su corazón que guarda el fuego de la pasión eterna, tiembla y su antorcha echa humo. Por ello hasta hoy en día, el volcán Popocatépetl continúa arrojando fumarolas.
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